Los meniscos son dos estructuras que se encuentran dentro de la rodilla, una en el compartimento interno y otra en el compartimento externo. Tienen a función de amortiguar y repartir las cargas dentro de la rodilla. Su lesión es muy frecuente, existiendo un amplio abanico de tipos de roturas y tratamientos.
¿Cómo es el dolor del menisco y con qué se puede confundir?
El dolor de origen meniscal suele ser en el lado interno o externo de la rodilla, según el menisco afectado. Se suele corresponder con chasquidos o crujidos dolorosos y aumenta al ponerse de cuclillas o al girar el cuerpo con el pie fijo en el suelo.
En ocasiones se confunde con un dolor debido a alteraciones en la rótula, aunque los dolores rotulianos son más frecuentes en la zona anterior o delantera de la rodilla y aumentan al bajar cuestas o escaleras, al conducir o al levantarse de una silla.
¿Cómo se rompen los meniscos?
El mecanismo lesional típico de los meniscos es el giro brusco con el pie fijo en el suelo, frecuente en futbolistas, pero que también puede suceder en la vida cotidiana, como al bajar una escalera, subir o bajar del coche o cualquier accidente.
En personas con más de 55 ó 60 años pueden encontrarse roturas degenerativas de los meniscos. Estas se producen por el uso excesivo y no suelen tener un desencadenante franco.
¿Cómo se tratan las lesiones de los meniscos?
El tratamiento inicial puede ser conservador mediante antinflamatorios, frío local y reposo relativo para disminuir la inflamación provocada por la rotura meniscal.
Si el dolor persiste, suele ser necesario el tratamiento quirúrgico mediante artroscopia de rodilla. La artroscopia de rodilla consiste en introducir una cámara dentro de la rodilla y mediante unos instrumentos específicos tratar la lesión.
Este tratamiento artroscópico puede ser mediante una reparación o sutura de la lesión, lo que es posible en determinados patrones de rotura en zonas con vascularización suficiente para una posible cicatrización. En otras ocasiones, no es posible la reparación y se realiza una menisectomía parcial, es decir, eliminar los fragmentos inestables que provocan dolor.
¿Cuál es la recuperación de la cirugía meniscal?
La recuperación es habitualmente corta.
- Se trata de una cirugía que se realiza sin necesidad de ingreso o con ingreso de un día.
- Se precisan muletas durante 10-15 días y se puede realizar vida normal a las 4-6 semanas de la cirugía.