El menisco discoideo fue descrito en 1889 y consiste es una variación anatómica de la forma y estructura de alguno de los meniscos, más frecuentemente el menisco externo, aunque también se han descrito casos de meniscos discoideos internos.
La frecuencia varía dependiendo de los países, y se podría decir que oscila entre el 3% y el 5%, siendo más frecuente en la población asiática. Normalmente sólo afecta a una de las rodillas, pero en un 15%-25% de los pacientes puede ser bilateral (afectar a ambas rodillas).
Los meniscos tienen una forma de ¨C¨ y se sitúan entre la tibia y el fémur en los compartimentos internos y externos. Un menisco discoideo es aquel que tiene forma de ¨O¨ o de disco y también puede tener variaciones en su fijación al hueso, lo cual puede comprometer su estabilidad.
¿Cuales son los síntomas del menisco discoideo?
La mayoría de los pacientes con un menisco discoideo son asintomáticos, es decir no tienen problemas en su rodilla y hacen una vida completamente normal.
Los pacientes que presentan síntomas suelen referir dolor en el compartimento afecto, normalmente lado externo, chasquidos o pseudobloqueos.
No tiene porque existir una historia de traumatismo o mecanismo causal franco.
El especialista en rodilla durante una exploración física reproducirá y buscará el dolor en la rodilla y los síntomas del paciente mediante distintas maniobras.
¿Cómo se diagnostica un menisco discoideo?
En primer lugar la edad del paciente, el tipo de dolor y la exploración física hace al especialista en rodilla levantar sospechas sobre la existencia de un menisco discoideo.
Los estudios de imagen ayudan a confirmar el diagnóstico.
Las radiografías simples permiten descartar otras patologías como osteocondritis disecante, fracturas o tumores.
En pacientes con meniscos discoideos podemos apreciar algunos signos indirectos en las radiografías simples como:
-Aumento de la concavidad tibial, forma de taza.
-Hipoplasia del cóndilo femoral.
-Aumento del espacio femorotibial por encima de 11 mm.
La resonancia nuclear magnética es la prueba de elección para detectar los meniscos discoideos, y en ella se pueden diferenciar los tres tipos de menisco discoideo descritos.
¿Cúal es el tratamiento del menisco discoideo?
En los pacientes asintomáticos no es preciso realizar ningún tratamiento.
En pacientes con roturas meniscales o síntomas como dolor y chasquidos limitantes el tratamiento artroscopico es la eleccción.
El tratamiento quirúrgico del menisco discoideo consiste en realizar una meniscectomía parcial (retirar parte del menisco) para conseguir un menisco con una forma de ¨C¨ similar a los meniscos no patológicos. Y caso de roturas suturables o remanentes meniscales inestables realizar una sutura meniscal para conseguir estabilizar el menisco.
Me han operado de un menisco discoideo y me sigue doliendo
En algunas ocasiones la resección meniscal es bastante amplia o quedan zonas inestables.
En caso de meniscos discoideos intervenidos pero inestables se puede realizar una sutura meniscal para conseguir que el menisco remanente cicatrice con el muro meniscal y deje de doler.
En caso de meniscectomías subtotales en las que no queda prácticamente menisco, el trasplante meniscal realizado por un especialista en rodilla en pacientes jóvenes puede ser una buena opción.